Conoce porque es importante tener contenedores apropiados en el almacenamiento de líquidos corrosivos. Los contenedores IBC pueden ser un elemento útil en tu empresa.
Conoce porque es importante tener contenedores apropiados en el almacenamiento de líquidos corrosivos. Los contenedores IBC pueden ser un elemento útil en tu empresa.
Liliana Alcántara
diciembre 6, 2024
En las industrias que manejan o almacenan sustancias peligrosas, el manejo de los corrosivos debe tener especiales atenciones. Desde un personal capacitado, hasta los contenedores utilizados, son elementos que tener en cuenta para mantener la seguridad laboral y un entorno protegido. Los contenedores IBC pueden ser un elemento útil en estas situaciones, debido a sus materiales y capacidades.
Existen diferentes tipos de contenedores IBC, que se diferencian por los materiales con los que se fabrican y, por lo tanto, su capacidad de almacenamiento. Entre los más comunes, están:
Polietileno: Existen diferentes densidades con los que se fabrica este producto, aunque los más comunes son aquellos de densidad alta (PEAD). Es una buena opción para muchas sustancias corrosivas, es ligero y durable a la mayoría de los ácidos inorgánicos.
Acero inoxidable: También existen los IBC fabricados con acero, especiales para sustancias altamente corrosivas. Este material ofrece una buena resistencia a una amplia gama de químicos, incluyendo ácidos y bases fuertes.
Para que las sustancias corrosivas puedan ser almacenadas en contenedores IBC de polietileno hay que tener en cuenta un par de factores. Principalmente, es el tipo de densidad del material, siendo los de alta densidad aquellos que funcionan mejor en estos casos. En algunos casos, los fabricantes pueden añadir aditivos para mejorar su resistencia a químicos específicos, rayos UV o impactos. Estos aditivos pueden mejorar su resistencia a corrosivos.
Para corroborar que los materiales sean compatibles con los líquidos corrosivos y no haya accidentes, es importante leer la hoja de datos de seguridad del material y posteriormente hacer una prueba pequeña a escala, para verificar la reacción del polietileno con la sustancia corrosiva.
Algunas de las sustancias corrosivas que pueden almacenarse son el ácido sulfúrico diluido, el ácido clorhídrico diluido, hidróxido de sodio diluido y solventes orgánicos, por poner un ejemplo. Para un almacenamiento seguro es importante mantener los líquidos en temperaturas adecuadas, que no se eleven demasiado. Una mayor concentración y exposición del contenedor, puede dañar el contenido, incluso si el material es compatible.