Evita ocasionar daños irreparables a tus contenedores IBC. Conoce por qué los gases puede ser un riesgo y cómo controlar la presión con esta práctica guía.
Evita ocasionar daños irreparables a tus contenedores IBC. Conoce por qué los gases puede ser un riesgo y cómo controlar la presión con esta práctica guía.
Liliana Alcántara
octubre 15, 2025
Manejar contenedores IBC es más que solo llenar un tanque, la seguridad comienza con el control de lo que no se ve. Si almacenas líquidos que generan vapores como algunos solventes o químicos, o si el contenido está expuesto a cambios de temperatura, la presión dentro del contenedor IBC puede llegar a subir peligrosamente.
Una correcta ventilación es vital, así se puede prevenir la acumulación de gases, protegiendo la integridad del Contenedor IBC, evitando deformaciones costosas y, lo más importante, mantiene la seguridad de todo tu equipo. A continuación, te explicamos por qué y cómo lograr una liberación de gases efectiva.


Los Contenedores IBC son robustos y se fabrican con plástico HDPE diseñados para operar a una presión atmosférica. Cuando el líquido interno se calienta, se expande y libera vapores. Si esos gases no tienen por dónde salir, se ejerce cierta fuerza contra las paredes del contenedor, para el que los IBC no están preparados y el plástico podría llegar a dañarse de la siguiente manera:
Para evitar ambos escenarios, es esencial instalar sistemas que mantengan la presión interna equilibrada con la presión atmosférica exterior.
La solución no es simplemente dejar el tapón abierto, para una ventilación adecuada hay que controlarla y ser específica para cada uso.
1. Identifica el contenido: La necesidad de ventilación depende del producto, los líquidos con bajo punto de ebullición o que reaccionan al calor requieren una ventilación constante. Los productos estables que solo necesitan ventilación durante el llenado o vaciado usan ventilación funcional.


2. Usa tapas con válvula: Este es el método más seguro, una tapa ventilada especializada está diseñada para liberar automáticamente la presión si sube por encima de un umbral seguro, y algunas incluso se abren hacia adentro para romper el vacío. Estas válvulas:
3. No improvises con el sellado: Si un IBC se utiliza para el transporte marítimo o terrestre de ciertos materiales, la tapa debe estar bien sellada para evitar fugas. Sin embargo, si el contenedor estará almacenado a la intemperie o en lugares donde la temperatura varía mucho, es necesario cambiar el tapón por uno ventilado.
4. Revisión periódica: Siempre hay que revisar los contenedores hinchados o colapsados inmediatamente. Es una señal de que la ventilación es insuficiente o que la válvula está bloqueada.
Asegurar una ventilación adecuada es una inversión para mantener en buen estado los contenedores. Si es necesario reemplazarlos por una mala gestión de la presión, consulta nuestras opciones de Contenedores IBC y pon en práctica esta guía.